… Y ahora que la tormenta pasó, que la calma llegó a mi
alma, en que casi todo está tomando su lugar en mi vida, me siento
terriblemente melancólica de sueños que tuve y que fueron destrozados, fue como
si me quitaran el alma, le deje hacer y deshacer conmigo, amaba leer cada
palabra que él podría mandar así me hería día tras día, esperando el
cumplimiento de una promesa que jamás se haría realidad.
¿Qué significa? Por mucho que lo pienso, creo que en el
fondo esa mujer quería que cada palabra y cada intención se hicieran realidad,
pensaba que él sería mi alma gemela, para luego convertirse en mi verdugo, se
llevó una parte de mí que jamás volvió.
Soy un ser capaz de amar demasiado, y si hoy lo recordé fue
por casualidad, fue por ver cuánto amor le quería entregar y cuan simple fue
darlo de baja, pobres sentimientos, cada día en el murmullo de un nuevo
amanecer, se me viene a la cabeza tantas cosas que quedaron en el camino. Pero la
rabia termina adornando mi cerebro, al igual que una hermosa corona de flores,
cada una con un pensamiento, ¿Por qué? ¿Me amaste de verdad?
Debo dejar esto ya, no me hace bien es como inyectarme melancolía
a la vena, una sobredosis me podría convertir en un ser peligroso, lleno de
resentimiento, yo viví un amor tormentoso, por el cual habría dado mucho, pero
quedo en promesas rotas y un dolor que hasta el día de hoy me persigue, y
todavía debo desear que seamos felices él con su vida yo con la mía.
Algo me incomoda, no sé si es la noche o su existencia, el saber
que hay alguien ahí afuera y que jamás sabré si me amaba o solo fui un trozo de
poema.

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